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¿Por qué incluir Pilates en tu rutina?

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Joseph Pilates definió su método “Contrología” como: “coordinación completa de cuerpo, mente y espíritu”. En su libro “Return to life through Contrology” (Retorno a la vida a través de la Contrología) habla de la necesidad de tener un cuerpo fuerte y apto para vivir sin limitaciones. Su propuesta es incluir ejercicios de Mat dentro de nuestra rutina diaria para favorecer ese desarrollo. También decía que idealmente nuestros músculos debían obedecer a nuestra voluntad. Suena sencillo: si quiero doblar el brazo puedo controlarlo de forma voluntaria. Pero qué ocurre con otros movimientos, por ejemplo, levantar únicamente el primer dedo del pie (alias: el dedo gordo), o mover los dedos de los pies uno a uno… allí muchos tendremos problemas.

El cuerpo ofrece una variedad impresionante de movimientos, sin embargo, cuando queremos ejecutar esos movimientos de forma voluntaria y precisa nos damos cuenta que existen muchos patrones “automáticos” que están “Fuera de nuestro control”. Un ejemplo son las expresiones faciales que realizamos cuando estamos haciendo una tarea que requiere concentración: algunos fruncen el ceño, otros apretan los dientes, hay quienes sacan la lengua… Inicialmente es posible que ni siquiera nos demos cuenta de lo que hacemos hasta que alguien lo señala o lo vemos en un video. Aunque es un proceso difícil y requiere tiempo, es posible cambiar estos patrones automáticos.

Pilates brinda esa posibilidad: nos ofrece ese control para que nuestro cuerpo trabaje de la forma más eficiente. Algunos podrán pensar, pero en la vida cotidiana si tengo que concientizar todos los movimientos seguramente no saldría de la cama… y es verdad. La gran ventaja de este método es que durante la clase la conciencia corporal y la conexión mente-cuerpo-espíritu son muy fuertes. Esto le enseña a nuestro “automático” que existe otro camino para hacer las cosas, y lo mejor es que ese camino es más fácil. Así le estamos dando otras opciones para que ese piloto automático pueda actuar bajo los nuevos criterios.

Al principio es gracioso porque las posiciones o posturas que antes eran cómodas empiezan a ser extrañas; el cuerpo busca otra forma de acomodarse. Ese es el automático buscando la posición correcta. Si se ayuda con pensamientos eventuales para saber cómo está el soporte de peso o cómo está la espalda o los pies, el proceso se acelera y lograr una buena organización del cuerpo es muy sencillo.

En resumen, es bueno incluir Pilates dentro de nuestra rutina para mejorar nuestro control y así ganar libertad y fuerza en todos los movimientos y retos que se nos presenten día a día.

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