A veces, después de un día donde estar de pie mucho tiempo o caminando demasiado (así sea dentro de casa) las piernas se sienten cansadas, pesadas e incluso puede haber algo de dolor. A veces algunos movimientos sencillos pueden ofrecer gran alivio. La idea de quedarse echado en un sillón a descansar puede ser tentadora, pero al tratar de movernos nuevamente el cansancio y pesadez pueden ser mayores. La idea es buscar posiciones que naturalmente faciliten el proceso de circulación, elevar las piernas es una manera increíble de dar ese alivio tanto a las piernas como a la parte baja de la espalda.
Los movimientos que se proponen deben ser suaves, amigables. La posición debe ser cómoda, en los ejercicios del 3 al 5 es necesario que no haya presiones incómodas. Si la cabecera de la cama “talla” o produce esa presión se pueden poner cojines o almohadas para que la superficie de contacto sea suave y cómoda. Si en esta posición el cuello se siente tenso se pueden poner almohadas para que la cabeza quede levantada, esto va a mejorar la respiración y evita tensiones innecesarias. Los movimientos no deben ser bruscos, las sacudidas son movimientos pequeños, una especie de auto masaje. No tiene que hacerse durante mucho tiempo y es fundamental que no produzca cansancio, debe ser relajante.
- De pie o sentado, con una pelota de tenis o una más suave. Respiración fluida “masajear el pie”.
Lo mejor de esta técnica es que realmente es al gusto del consumidor: al hacerlo de pie se puede dar un poco más de presión gracias al peso, pero está el tema del equilibrio. Hacerlo sentado implica menos presión, pero más posibilidades de apoyo y cambios de ritmo. Este masaje en el pie activa una gran cantidad de receptores, mejora los procesos de circulación y nos hace más conscientes de los puntos de apoyo que podemos emplear. - De pie, apoyado contra una pared. Inhalando empinar, exhalando bajar llevando el peso hacia atrás para quedar apoyado en talones.
El movimiento de empinar hace que los músculos de la pierna se activen y hagan una especie de bombeo. Muchas personas pueden pensar que estos movimientos cansan más las piernas, pero lo que hacen es activar esos músculos profundos para que los superficiales tengan descanso. Empinarse no debe doler, la idea no es dejar todo el peso en los dedos. El peso se debe repartir a lo “ancho” de la bola del pie, esos huesos antes de los dedos están diseñados para soportar carga. Otra imagen que puede ayudar es “levitar” no pensar en que los pies empujan el suelo, sino que el aire eleva el cuerpo.
Para la segunda parte del ejercicio es necesario pensar en una especie de balanceo hacia atrás, no hay necesidad de exagerar, pero en realidad es agradable darle otra posición tanto al pie como al cuerpo. Las rodillas siempre deben estar relajadas, y el apoyo de los brazos ofrece la seguridad suficiente para que el balanceo sea agradable. - Acostado, piernas apoyadas en cojines o sobre la cabecera de la cama. Deben estar entre 45 y 60º respecto al suelo. Inhalando llevar dedos de pies hacia la cara, el talón se proyecta hacia arriba. Exhalando llevar a posición contraria.
Esta es la versión “acostada” del ejercicio anterior. La ventaja es que las piernas descansan, y uno puede exagerar el movimiento tanto como quiera. La idea es evitar los excesos, si uno no está acostumbrado puede haber calambre y no es el objetivo. Los movimientos, sobre todo al inicio, deben ser controlados, lentos y tal vez cortos. A medida que el cuerpo recuerda que es posible y se da cuenta que es agradable, permitirá y de hecho llega a pedir un movimiento más amplio. Pero la paciencia es fundamental. - Misma posición, piernas separadas. Inhalando rotar hacia afuera desde la cadera, las puntas de los pies van hacia afuera, exhalando regresar.
Este movimiento es casi como si uno quisiera que las piernas rodaran un poco. La idea de dirigir desde la cadera, desde lo más profundo, es evitar que el pie o la rodilla se tensionen. El pie va de paseo, la rodilla también; es posible que uno tenga que doblar las rodillas un poco para estar más cómodo, es válido: la idea es disfrutar el movimiento. - Misma posición. Respiración fluida “Sacudir las piernas” Las rodillas doblan y estiran en un movimiento corto y rápido. Puede ser alternando o al mismo tiempo.
Doblar y estirar rodillas, muy fácil. La idea es encontrar el ritmo que es agradable y continuo. Estas “sacudidas” pueden ser muy liberadoras, lo divertido es que cada día el cuerpo puede encontrar una nueva forma que también es agradable. Es interesante explorar que tipo de movimientos sirven para aliviar el cansancio. Sobre todo en esta posición, donde no tenemos que soportar el peso del cuerpo ni el peso de las piernas tenemos más libertad para movernos, podemos intentar girar la pelvis, llevar los brazos atrás o intentar rodar un poco. Las posibilidades son infinitas y la invitación es a buscar todas las maneras de movimiento que nos gusten.
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