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¿Sabías que con los ejercicios de Pilates trabajas todo el cuerpo?

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Los ejercicios de Pilates trabajan todo el cuerpo, están pensados para un trabajo tridimensional. Es verdad que en cada uno se sentirá un énfasis diferente, pero el resto del cuerpo también trabaja. Es importante aclarar que «trabajo» no quiere decir tensión, quiere decir que cada parte del cuerpo cumple una tarea específica.

El nombre Contrología explica esta relación, uno busca control de todo. Al principio se enfatiza en lo urgente, lo básico para ejecutar el movimiento. Pero a medida que se practica y se gana control, la atención puede pasar a otra parte.

Por ejemplo, puede que al principio uno a duras penas logre coordinar la respiración. Luego se va convirtiendo en un patrón más natural, más automático. Uno de los ejercicios que me cuesta más son los hundreds. Al principio era un desastre, o movía los brazos o contaba o respiraba, no podía sostener la posición más de un segundo sin colapsar irremediablemente, y ni hablar de la posición de las piernas… Con la práctica (y una gran cantidad de regresiones) la respiración realmente se convirtió en la música del movimiento, las batidas se volvieron más naturales, el CORE se conectó y mantener la posición fue posible. Allí pude empezar a pensar en lo que hacían los dedos de los pies, los pobres viven olvidados, también se empieza a sentir el trabajo de todos los músculos de las piernas para que la posición sea adecuada, el contacto con el suelo de la parte media y el trabajo de toda la parte de atrás para que la posición sea cada vez más «profunda».

Si solo trabaja la parte de adelante del cuerpo, la fatiga llega pronto. Si la parte de atrás colabora con un alargamiento activo y con un soporte constante la resistencia mejora de manera increíble y si a eso le agregamos el apoyo de las líneas laterales tenemos inmensas posibilidades de fuerza y resistencia. Pensar el cuerpo en tres dimensiones es muy complicado, pero muy necesario. Nuevamente, al principio es posible que percibamos «puntos», partes aisladas: subir el brazo, bajar la pierna. Luego sentimos que para subir el brazo hay activación de la parte de adelante del cuerpo, más adelante nos damos cuenta que no solo somos ancho y alto, también tenemos profundidad.

Como valor añadido, la respiración nos trae a la cuarta dimensión: nos regala la temporalidad. Con estos elementos logramos percibirnos como volúmenes capaces de movernos, y lo más importante: capaces de disfrutar el movimiento.

¿Qué ejercicio de Pilates es tu favorito y por qué? Esperamos tus comentarios👇

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