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Ejercicios para pies con una pelota pequeña

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Tener pies fuertes es muy importante. He tenido alumnos que llegan por fuertes dolores de espalda y al trabajar los pies la carga se reparte mejor y el dolor disminuye.

Unos cimientos fuertes y capaces de “acomodarse” ofrecen más seguridad al resto de la estructura y a nuestro cuerpo le gusta sentirse seguro. Un amigo es ingeniero y me mostró diferentes simulaciones de lo que pasaría en un terremoto en varios casos. Bases fijas no son la solución, las bases deben ser fuertes pero flexibles y esto es lo que queremos en nuestros pies.

Una recomendación es tratar de estar descalzo tanto como sea posible. Como todo, hay que empezar progresivamente porque el cuerpo no está acostumbrado: hay que darle tiempo y empezar lento. Comenzar a sentir que podemos mover los dedos de los pies, que nuestros pies tienen más posibilidades de movimiento de los que pensamos.

Es interesante hacer esta exploración sentado y de pie, también ver si con zapatos hay alguna opción de movimiento: sentir qué está pasando es necesario para poder cambiar.

La siguiente rutina busca trabajar diferentes aspectos del apoyo que van a permitir que el cuerpo tenga más opciones para moverse teniendo un referente que es la pelota.

Uno puede empezar con una pelota pequeña, especialmente para el cuarto ejercicio, pero también es interesante intentar con diferentes tamaños, pesos y texturas. Es más, para los primeros 3 ejercicios se puede poner un palo de escoba y jugar con esto. Es fundamental que ningún apoyo produzca dolor o molestia, si esto ocurre se puede intentar con una superficie más blanda. Usar una toalla doblada puede ser una forma amigable para empezar.

  1. Siéntate, la pelota va debajo del pie. Con respiración fluida «masajea» el pie con la pelota deslizándolo.
    Este masaje debe ser amigable y exploratorio. Esto quiere decir que no es pasar hacia adelante y atrás sin ton ni son; la idea es buscar puntos de contacto diferentes, ejercer presiones distintas y permitir que el pie se mueva libremente porque no hay soporte de peso.
  2. Deja el talón apoyado sobre la pelota. Inhalando levantar los dedos del pie y el pie (como si quisieras llevar la parte de adelante hacia la pierna: flex), exhalando baja el pie y luego los dedos.
    La pelota sirve de cuña para que el pie quede elevado. Si empujas hacia adelante la pelota se resbala y no es la idea, la fuerza tiene que ser directamente hacia abajo. Es interesante buscar la independencia de movimiento entre los dedos de los pies y el tobillo, es posible que se sienta una fuerza extraña en la parte de delante de la pierna (algunos lo llaman la espinilla).
    La parte más divertida es bajar lento, como si el aire fuera denso o como si alguien no quisiera que uno bajara el pie. Esa capacidad de desacelerar es muy importante para correr y bajar escaleras. Reforzar el apoyo de la bola del pie de forma independiente de los dedos ayuda a que estas tareas sean más sencillas.
  3. Deja la bola del pie apoyada sobre la pelota, el talón está apoyado en el suelo todo el tiempo.
    Inhalando levanta los dedos, exhalando bájalos alargando sobre la pelota. Nuevamente la pelota sirve de cuña, pero esta vez los dedos van a ser los protagonistas. Un reto interesante es pensar en separar los dedos cada vez más: como si el dedo pequeño y el dedo grande quisieran estar tan lejos uno del otro como sea posible.
    Al bajar uno imagina que los dedos son muy largos y quieren pasar por encima de la pelota y llegar al suelo (esto es una completa exageración). El objetivo es reforzar la idea del alargamiento y aumentar el espacio.
  4. La pelota está sostenida por los dedos gordos, los dedos se mantienen separados. Inhalando levanta la pelota y exhalando regresa. Los dedos gordos pueden abrir como lo hacen los dedos de la mano y esto es parte del objetivo. Si colocas las manos sobre una mesa con las palmas hacia abajo puedes llevar los dedos gordos uno hacia el otro; esta es la fuerza que queremos en los pies.
    Los pies se deben mantener en paralelo, y es posible que al principio mantener esta fuerza sea suficiente, como siempre no debe producir dolor ni molestia.
  5. De pie, la pelota va arriba del talón y hay una fuerza constante para que no caiga. Inhalando empina, exhalando baja. El elemento extra ofrece esa conexión de toda la línea interna, es posible que al principio la elevación sea de un milímetro, esto no importa. Lo que es realmente importante es mantener esa fuerza tanto en la subida como en la bajada. Nuevamente es divertido bajar muy lento para trabajar esa desaceleración que necesitamos tanto.

👌 Recuerda que esta publicación se realiza con fines informativos y no reemplazan el concepto médico

Para una rutina personalizada, ¡Contáctanos!

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