Rutina para manejo de dolor con cojín

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Cuando hay dolor es usual que quedarnos quietos sea la primera opción, pero esto puede terminar agravando la situación. En cambio, si buscamos alternativas de movimiento suaves, agradables, el cuerpo va respondiendo y vamos a poder continuar mejor con las labores del día.

Los movimientos circulares son fantásticos, especialmente cuando los hacemos suavemente, con cariño. Esto va a ser una especie de “auto masaje”, el movimiento comienza a relajar lo que está tenso y activar lo que debería estar trabajando. Un cojín es una superficie suave, amigable que ayuda a que el cuerpo se reorganice y el dolor disminuya.

Los ejercicios que presentamos a continuación buscan encontrar ese punto de balanceo – masaje, la respiración es fundamental. Entre más profunda sea, mucho mejor. En cuanto a la respiración, la invitación es a jugar con diferentes formas de respirar (inflando el abdomen o llevando el aire más atrás, por ejemplo) de tal manera que el cuerpo se encuentre más cómodo.

  • Acuéstate boca arriba, coloca el cojín debajo de la pelvis, lleva las piernas dobladas y déjalas caer hacia el pecho, las manos van sobre las rodillas. La posición debe ser muy cómoda. Los brazos hacen círculos moviendo las piernas. Puedes hacer 4 en un sentido y 4 en el otro.
    Las piernas cada vez hacen menos y se dejan llevar más, de esta manera la cadera se relaja y comienza a moverse en diferentes puntos.
    Indirectamente la parte baja de la espalda también recibe ese masaje y ese alargamiento que da la posición.
    Es posible que al principio sea muy difícil dejar las piernas y los pies relajados, ellos son muy proactivos y quieren ayudar siempre; el objetivo es que cada vez logren relajarse y dejarse llevar más, que ofrezcan menos resistencia.
  • Acuéstate boca abajo, el cojín va debajo del abdomen. Encuentra un punto cómodo, para algunas personas será más abajo en dirección a las piernas, para otras será un poco más arriba hacia el pecho. Dobla una pierna y llévala de lado a lado como si fuera un parabrisas. Puedes realizar 8 repeticiones con cada pierna.
    La sugerencia inicial es realizar un movimiento corto, de tal manera que el otro lado ni se entere del movimiento. Entre más peso se pueda dejar sobre el cojín, mejor, esto le va a dar descanso a la zona lumbar.
    Otro aspecto que se debe tener en cuenta es que el movimiento debe ir tanto hacia afuera como hacia adentro, indirectamente esto “masajea” el muslo. Brazos y cuello deben estar relajados, busca una posición que sea cómoda.
  • Acuéstate boca arriba, el cojín como en el primer ejercicio. Estira una pierna y déjala caer hacia el suelo, no dejes que la espalda cambie. La otra pierna se queda doblada y los brazos ayudan a moverla hacia afuera y hacia adentro suavemente. Puedes hacer 8 repeticiones con cada pierna.
    Si al estirar la pierna sientes que la espalda se arquea o molesta, déjala ligeramente doblada. El movimiento de la pierna doblada es suave, no hay necesidad de hacer fuerza con los brazos para dejarla cerca el pecho o para forzar el movimiento: al igual que en los ejercicios anteriores, es un balanceo suave que no requiere esfuerzo.
    Es importante revisar que el cuello y los hombros no se tensionen, buscar espacio entre los hombros y las orejas ayuda a que la organización sea mejor y se reduzcan tensiones innecesarias.

Para tener una rutina específica para tus necesidades, ¡Contáctanos! Te ayudaremos a alcanzar tus objetivos.

👌 Recuerda que esta publicación se realiza con fines informativos y no reemplazan el concepto médico

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