La osteoporosis es una enfermedad caracterizada por la pérdida de densidad ósea del hueso. En términos prácticos esto significa que es más probable que colapse o se fracture ante, por ejemplo, un golpe.
Afortunadamente el cuerpo humano tiene increíbles mecanismos para hacer frente a los retos que le planteamos. Una versión resumida de la ley de Wolff es que el hueso crece y “se fortalece” en respuesta a las cargas que deba soportar. Sin embargo, uno no puede coger una pesa y comenzar a moverla de forma aleatoria esperando que los huesos de los brazos reciban la carga y mejoren. Allí en el mejor de los casos no ocurre nada, en el peor puede haber un accidente masivo si durante el movimiento cae la pesa y termina golpeando a quien ejecuta el movimiento y a quien esté a su lado. Para evitar este tipo de casos, existen técnicas y programas establecidos para mejorar la densidad ósea y la condición física en general de quienes tienen osteoporosis de forma segura y eficiente.
Pilates es una técnica que brinda todos los elementos de seguridad, control del movimiento, carga progresiva y entrenamiento de movimientos útiles para la vida diaria. El uso de resortes brinda opciones de modificación de carga, bien sea para que el movimiento sea asistido en el caso de que el movimiento con el peso corporal sea demasiado o permiten aumentar la resistencia para que el reto sea mayor a medida que van avanzando.
Otra ventaja de la técnica es que mejora la postura, equilibrio y coordinación: elementos fundamentales para disminuir la probabilidad de caer. A medida que van avanzando y mejorando los ejercicios permiten aumentar el nivel de dificultad, por ejemplo, al incorporar superficies inestables, cerrar los ojos al hacer trabajo de pie, aumentar patrones cruzados que implican mayor coordinación.
Lo que personalmente percibo como una gran ganancia en quienes practican Pilates es que pierden el miedo a mover su columna: rotaciones, inclinaciones, flexiones, extensiones y movimientos en espiral son elementos fundamentales y comunes en la práctica de Pilates. Durante cada clase se busca llegar al máximo rango de movimiento controlado y seguro para la persona, cuando comparan el movimiento que lograron en clase con lo que necesitan en su vida diaria se sienten muy cómodos porque saben que su rango es mucho mayor.
Ahora bien, Pilates no es la única técnica útil y muchas veces es favorable combinarlo con otras técnicas. Rebekah Rotstein propone un programa llamado “Buff Bones”, allí se combinan diversas técnicas para mejorar la salud de huesos y articulaciones. Una de las ventajas de este programa es que está diseñado para que personas con osteoporosis puedan participar. Por si les interesa la página es https://buff-bones.com/
¿Qué otros programas conocen?
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